jueves, 18 de junio de 2015

Protozoarios Intestinales

 PROTOZOARIOS INTESTINALES
Los Protozoarios intestinales son parásitos  que infectan el intestino del hombre y mamíferos.  La  mayoría causa sintomas asociados a  cuadros diarreicos, fiebre, anorexia y algunos están asociados a malnutrición; otros pueden causar lesiones extraintestinales.
Podemos dividir los protozoarios  intestinales que infectan al hombre en grandes grupos:  Los Mastigophoros  que presentan flagelos como órganos de locomoción; los sarcodinos que utilizan pseudópodos para movilizarse dentro de este grupo tenemos a las amebas,  los coccidios intestinales que se caracterizan por ser parásitos del Phylum Apicomplexa que poseen un ciclo  de vida complejo y son intracelulares estrictos y por último y no menos importante tenemos a el grupo Ciliophora donde encontramos al único ciliado que parásita al hombre Balantidium coli.
Entre los protozarios intestinales que se presenta más prevalente  en nuestro país tenemos al flagelado  Giardia lamblia.   Este protozoario también conocido como G.intestinalis o G. duodenalis es de predominio en niños.
 Estudios realizados por el Dr. Azael Saldaña y colaboradores del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES)  y la Universidad de Panamá, reflejan prevalencias  que varían de un 5% en Panamá, hasta un 68% en comunidades indígenas  en población infantil menor de 5 años de diversas regiones de la República de Panamá (1).
Este flagelado se situa sobre la mucosa del intestino delgado, principalmente el duodeno y el yeyuno donde la inflamación de los trofozoítos (estadio activo) causa una barrera mecánica que impide la absorción de los nutrientes.  He aquí donde radica la importancia del diagnóstico de esta parasitosis, ya que esta estrechamente ligada a malabsorción.

En el grupo de las amebas tenemos a Entamoeba histolytica, predominante en países subdesarrollados principalmente.  Esta ameba invade la pared intestinal, produciendo úlceras.  En Panamá, encontramos una baja prevalencia de esta parasitosis, sin embargo es importante señalar que existe una alta prevalencia de otras amebas comensales que aunque no causen daño a nivel de la mucosa, están ligadas a pobres condiciones higiénicas y contaminación fecal del agua y alimentos entre otros mecanismos de transmisión.

Los coccidios intestinales son un grupo de parásitos pertenecientes al Phylum Apicomplexa, se caracteriza por poseer un complejo apical que le permite invadir las células intestinales, presentan ciclos de reproducción sexual y asexual, formando ooquistes liberados a través de las heces.
El estudio realizado  por Alvarez D, Saldaña A  y colaboradores  de la Universidad de Panamá y el ICGES refleja una prevalencia de 6.4% de Cryptosporidium spp en niños menores de 5 años de diversas regiones de Panamá .  Siendo este coccidio el tercero en prevalencia asociado a población infantil.   Según este estudio, las especies de C.  hominis, C. parvum y C. meleagridis son las más prevalentes en esta población infantil.  Es importante señalar la presencia de especies tales como C. meleagridis y C. canis, ya que muestran una posible transmisión de tipo zoonótica.(2)
La Criptosporidiosis tomo mayor relevancia con la llegada de los  casos de VIH/SIDA. Es una infección que esta ligada a una alta  morbilidad y mortalidad en este grupo de  pacientes.  En nuestro país, esta coccidiosis varía en una prevalencia de un  20%en pacientes con VIH/SIDA.
Otro coccidio, menos prevalente pero cuya importancia ha sido aumentada debido  a las Enfermedades transmitidas por alimentos o ETA, es Cyclospora cayetanensis.  Su transmisión está asociada principalmente al consumo de  frambuesas, agua o albahaca contaminada con ooquistes infectantes del parásito.   Se  ha observado una asociación entre este coccidio intestinal y la   población indígena.
En Panamá, es escasa la información de esta coccidiosis.  Estudios reflejan prevalencias de un 2-3% en población infantil de comunidades indígenas(2).   En la mayoría de los casos, ambas coccidiosis son subdiagnósticadas debido a la falta de técnicas de tinción en los centros de salud y la inexperticia del microscopista.
Balantidium coli, es un protozario ciliado que invade el intestino grueso del hombre en algunos casos produciendo úlceras. Se han encontrado altas prevalencias en individuos que crían cerdos.  Son pocos los casos de balantidiasis reportados en Panamá.
En este blog, queremos invitarlos a reforzar sus conocimientos de protozoarios intestinales y a la vez ser un medio para  compartir las  dudas en  el diagnóstico de estas parasitosis.

Bibliografía citada:


1.  Genotipificación de   Giardia lamblia  empleando tres marcadores genéticos en niños y caninos de una comunidad indígena en la Provincia de Panamá. (2013) Vanessa.  Pineda1, José  Calzada1, Dayra Alvarez2, Juan Castillo1, Kadir González1, Ana Ma. Santamaría1, Carlos Justo1, Azael Saldaña1,2.   1 Departamento de Parasitología, Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).  Panamá, República of Panamá. 2,Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades Parasitarias (CIDEP), Facultad de Medicina, Universidad de Panamá. Ponencia Presentada en el  XI Congreso Centroamericano y del Caribe de Parasitología y Medicina Tropical celebrado en noviembre de 2013, en la Ciudad del Salvador, San Salvador.
2. Diagnóstico y caracterización molecular de Cryptosporidium spp en niños menores de cinco años de  diversas regiones de Panamá, Rep. de Panamá (2010).
 Alvarez, D2; Pineda 1 V; Calzada 1J; Saldaña A 1,2.
1 Departamento de Parasitología, Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).  Panamá, República of Panamá. 2,Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades Parasitarias (CIDEP), Facultad de Medicina, Universidad de Panamá. Ponencia Presentada en el Congreso  American Society of Tropical Medicine and Hygiene.( ASTMH) Ciudad de  Atlanta , Georgia USA. 2010


1 comentario:

  1. Hola Dayra, De acuerdo a las estadísticas que nos compartes, la incidencia de éste tipo de afecciones es más alta de lo que uno podría imaginar y el hecho que el ciclo de infección en varios casos se relacione a la ingesta de alimentos o productos contaminados es aún más preocupante, porque refleja el hecho que las medidas sanitarias que adoptamos no son las mejores y por ende somos presa fácil para volver a infectarnos. Es alarmante que no se cuente con un buen instrumental para detección de éste tipo de parásitos, por lo que imagino que mucho del diagnóstico se basa en los síntomas y la experiencia del especialista. Definitivamente a reforzar las medidas de higiene y procurar en caso de visitar sitios con índices de infecciones por éste tipo de parásitos que todos somos sujetos de infección y nos podemos convertir en vectores.

    Seguimos en contacto,

    Julio Arcia

    ResponderEliminar